Receta: Menea mi Menemen

Hoy me siento estupendamente bien, y no es porque ya esté de vacaciones y me esté dando a la buena vida, que también, sino porque hoy me he levantado con unas ganas tremendas de desayunar Menemen. ¿Dónde quedaron aquellos años de café, napolitana y a tirar hasta la hora de la comida? No no, yo ahora soy una señora que por la mañana se levanta, prende el fuego y cocina. YO. COCINANDO. E incluso bajo a comprar el pan. Todo muy loco, lo sé, sobre todo teniendo en cuenta que para algunos conocidos debería haber muerto por inanición hace unos 4 años y medio (Muchos besitos y caricias a ellos). La vida...

No vengáis a Turquía a pasar hambre... ¡Es una orden!

La cosa es que por más que había visto a mis compañeras de piso cocinar algo tan rematadamente fácil como el Menemen nunca se había dado la alineación astral para prepararlo yo sola por mi cuenta. Os tengo que confesar que a mí no me gusta cocinar nada. No porque sea poco mañosa, que lo soy, sino porque tengo el convencimiento pleno de que no tengo arte ni gracia alguna para ello. Vamos, que mis platos no saben mal pero no tienen absolutamente nada del otro mundo. Por ello siempre he caído en cocinar comida de subsistencia y no esmerarme demasiado en los fogones.

¡Pero demonios! Debe ser que hoy me he levantado con hambre fiera, los productos debían estar frescos de narices y la hornilla me ha sonreído, que el Menemen que me he metido entre pecho y espalda estaba rico RICO. Acompañado con pan de lavaş y su teterita de té... ¡Qué disfrute, qué goce, qué bien me he quedado de buena mañana! Vamos, con decir que ahora por fin tengo mi podio completo de comidas/preparaciones que me salen bien (1º. Torrijas; 2º Menemen; 3ºSangría... Y YA, no hay más cosas que me salgan ricas). Y he pensado: Joder, si a mí que soy la muerte en la cocina me ha salido tan estupendamente bien, ¿Por qué no compartir la receta con todo el mundo? Para lo que he quedado, YO ESCRIBIENDO RECETAS. 

Lo primero, vamos a familiarizarnos con el término. El Menemen no tiene más que ser un revuelto de verduras y huevo que se sirve principalmente para desayunar, bien sólo o acompañado con otros ingredientes del desayuno turco. Se suele comer "pringando" el pan en él, por lo que se convierte en una señora comida bastante consistente de buena mañana. 

Ingredientes que yo utilicé (Para una persona. A más personas se puede hacer un cálculo aproximado):

• Dos pimientos medianos, en este caso no picaban porque mi mano (de Dios) decidió coger los dulces de la bolsa. ¡Menos mal! Como no me sé explicar os dejo una foto del tipo de pimiento al que me refiero:

• Dos tomates y medio (El medio para aprovechar, que estaba el pobre triste y azul en la nevera). A poder ser un poco maduros.

• Un huevín

• Aceite de Girasol (Dos cucharadas)

• Sal

Y nada más porque una cosa es cocinar de buena mañana y otra ser Arguiñano. Pero a continuación pongo una lista de ingredientes opcionales que se pueden agregar:

• Cebolla

• Especias varias al gusto del consumidor

• Aceitunas

• Queso blanco o de tranchete/kaşar (Con este último queda muy rico)

• Sucuk/Choricillo picante de aquí.

• El aceite puede ser de oliva también. ¡El que tengáis!

Vamos, que partiendo de la base (Con lo que lo hice yo) se puede agregar todo mientras no se pegue de leches con ella.

La preparación es muy sencilla: 

• Cortamos los pimientos en rodajas finas y pequeñas. Si usas los mismo que yo no tiene mucha ciencia, pero la cuestión es que los trozos no sean muy grandes, que puedan cogerse bien cuando le pegues el pellizco para rebañar con el pan (Explicación científica pura). 

• Los tomates deben pelarse y trocearse también en dados pequeños, quitando las partes duras/blancas. Tened en cuenta que bajaran cuando se cocinen a posterior. Así que cogedlos hermositos.

• El huevo se bate y añade al final del todo. 

• Ponemos a calentar el aceite de girasol en una sartén y añadimos los pimientos. Una vez que veamos que están en su punto agregamos los tomates y bajamos un poco el fuego. Es probable que necesitemos un poco de agua extra porque se irá evaporando. También es conveniente usar una tapa de sartenes e ir removiendo a ratos. Podéis añadir en este punto también la sal.

• Cuando veáis que ya está listo (Que el tomate no tenga ya consistencia de dado sino que sea más de revuelto, y el agua agregada se haya evaporado ya), retiráis del fuego, añadís el huevo batido previamente uniformemente por todo el guiso, y volvéis a poner al fuego no muy alto revolviendo todo mientras se cocina el último ingrediente. Si decidís echarle el queso debéis hacerlo a la par que el huevo. Si va cortado en taquitos pequeños y mezclado con el huevo es más cómodo de repartir. 

• Esperáis unos minutos a que se cocine y... ¡Ya está! Listo para servir y rebañar (¡No seáis tampoco ansias que os escaldáis!).

Afiyet olsun!!

Imágenes: Google Amca.