La zalamería turca

[Atención: Esta entrada está escrita desde el humor y un punto de vista personal, sin ninguna intención de ofender a nadie, sus costumbres o de pretender ser verdad universal y absoluta].


La verdad es que me ha costado bastante tiempo (Un año y medio) llegar a las conclusiones que voy a exponer a continuación. Quizá porque en estos aspectos siempre he sido bastante LENTA y empanada. Dicho de otro modo, que hasta que no lo tengo delante o me choco de bruces con ello no lo veo. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, o eso dicen.

Hoy vengo a deciros que sí...

¡LOS TURCOS SON UNOS ZALAMERS!






Para llegar a esta conclusión debo remontarme un año atrás, cuando todavía vivía en la residencia y compartía habitación con dos chicas turcas. Recuerdo cómo mi compañera de habitación venía casi semana sí semana también con que un chaval se le había confesado. Llegamos a enumerar unos seis (QUÉ SUPIERAMOS) en unos 2 o 3 meses ¿Qué estaba ocurriendo aquí?

Para ambientar un poco la manera en que se daban estas situaciones y confesiones:

- Compañera de habitación juega al pinpon en la sala común (No es una sala siquiera, pero le da a todo más dramatismo Harry Potteriano). Allí conoce a chico X.

- Chico X, después de dos horas, o dos días, o dos semanas de verla jugar o intercambiar cuatro palabras con ella llega y le confiesa que está enamorado hasta las trancas.

- En este punto la reacción de mi compañera solía ser poner tierra de por medio e intentar no volver a cruzarse con él. Lo cual en una residencia es un poco complicado.

Yo entiendo toda la situación porque por una parte sólo tenía 18 años y por otra es chica de las que utiliza pañuelo. Lo que no quita que siempre fuera bastante espontánea hablando con todo el mundo, chicos y chicas por igual. Por lo que si de seis chicos con los que hablas 3 te dicen que les gustas, sin haber hecho nada especial para ello ni tu andar buscando nada es normal que acabes un poco hastiada. Además en petite comité diré que uno de los motivos por los que decidió "taparse" en parte era protegerse de los hombres. Pero a mí esos conceptos ya se me escapan un poco de las manos.

La verdad es que en aquellos tiempos yo vivía esto con palomitas pero no daba para mucho más. Porque mi idea general entonces es que lo de la pasión turca era un fraude absoluto. Los turcos, al menos los que yo conocía eran bastante pan sin sal. En general parados, sin tema de conversación, no diciendo más que tonterías y con un humor bastante peculiar, por no decir horrible. Tampoco es que mi turco por aquellos tiempos fuera muy fluido (Ni ahora tampoco) para mantener una conversación decente, además que la gran parte de mis amigos eran extranjeros, y que si no buscas nada tampoco es que vayas a encontrar. Pero existían famas, incluso el mito de que una gran parte de las becarias que venían aquí es porque se habían echando algún noviete turco con antelación, que a mí me parecían puros cuentos chinos.

PEEEEEERO todo cambió. Digamos que empezó después de irme de la residencia, cuando entré a piso y empecé a tener más contacto con gente de aquí, por la uni, compañeras, etc. Luego caí en que también en la residencia una gran mayoría no llegaban a la veintena. así que con razón que fueran unos sosías. De todas formas, creo que este año en abril a los tulipanes les metieron droguita de la buena e iban todos como moticos sin freno. Es entonces cuando salía a relucir en cualquier parte...

LA TÉCNICA MILENARIA DEL MÓVIL.


¿Recordáis que os dije que aquí miran MUCHO? Pero mucho, mucho, MUCHO. Pues ojo cuidado con mantener la mirada, porque te pueden pillar en un renuncio y cuando te quieras dar cuenta tienes al lado a un turco extendiéndote el móvil para que le escribas tu número.

Sucedió que estando con una amiga ella, empanada, se puso a mirar a un chaval que claro, la pilló. Y no contento con eso, porque aquí no se cortan nada, le guiñó el ojillo. Ese guiñito pícaro turco. Lo siguiente fue poner en práctica la técnica del móvil antes de bajarnos del barco.



Otra versión es ir andando por la calle, que se te acerque uno a echarte el párrafo y cuando ya vais a tirar por caminos diferentes intentar conseguir el número. La técnica del móvil es la preferida y es aplicable en cualquier circunstancia y lugar. Yendo al parque a correr, cogiendo transportes públicos, amigo de amiga de piso en casa para practicar inglés... En el caso que sólo quieran un "contacto" suelen pedir más el Facebook o redes sociales.

En general, la técnica del móvil sería la más arraigada para con extranjeros. Porque entre turcos y turcas conozco casos de echar el lazo por Twitter, mensaje directo de Instagram y cosas de ese estilo. Pero vamos, que eso actualmente ocurre en todo buen mundo digital.

PD. Tinder aquí, un campo de nabos.


Pero lo realmente divertido viene cuando les das un poco de bola y entonces empiezan con la retahíla de frases de primero de zalamería, manuales del 2 al 5. Y también para intentar venderte algo, SIEMPRE. 

- (A una amiga ucraniana) ¿Pero en vuestro país que os dan de comer para ser tan guapas? ¿Miel?

- ¡Por ti lo que sea! ¡Puedes matarnos si quieres también, lo que quieras!

- Pero pareces de (Insértese la nacionalidad más inverosímil)... o pareces turca (Con un implícito: Hasta que hablas y la cagas.).

Pero nuuuunca te dirán eso, obviamente. Siempre te dirán que tu turco es estupendo, maravilloso, harika, muhteşem. Fuera bromas, aquí agradecen mucho que te esfuerces por hablar su idioma. Creo que nos pasa a todos (los que no somos unos energúmenos) lo mismo. 

-Te llamaba porque quería escuchar tu voz (Nota: Se conocieron hace 15 minutos). Me he enamorado de ti, mi corazón palpita (como una patata frita), no importa que tengas novio, yo esperaré.

Lo siguiente es que te llamen bebé y demás moñadas por Whatsapp. Pelos como escarpias.



Obviamente, que seas extranjera es ya un plus de exotismo. Si además chapurreas turco más. También el ser española o al menos no ser de países árabes, balcánicos, Rusia y antiguos países bajo su influencia llama bastante la atención, porque no suele ser normal encontrarse a gente de otros lugares haciendo vida aquí (¿Pero qué haces aquí? ¿Qué se te ha perdido en Turquía? ¿Por qué elegiste venir aquí? Suelen ser preguntas de cajón cuando conozco a alguien de primeras). Además que precisamente existe la (mala) costumbre de ir haciendo guetos con gente expatriada, por lo que muchos ni siquiera tienen relación con gente turca.

Como ya digo esto son zalamerías, tonteítos, que se pueden tomar más o menos en serio, depende de la coba que des. Paradójicamente, muchos turcos (esos mismos) te dirán que no te fíes de los turcos.

¿Por qué será? 




No hay comentarios:

Publicar un comentario