Un paseo por la 36º Maratón de Estambul

Debería ser una persona responsable que se dedica a sus labores académicas, pero en vez de eso vengo aquí a contar mi gran experiencia (y a este paso, de las únicas de este maldito año que me va a tener amargada hasta  junio… snif) en la 36º Maratón de Estambul.

El año pasado cuando llegué a esta ciudad estaba más perdida que un pulpo en un garaje. Así que cuando me enteré de la Maratón fue en el mismo día y porque habían cortado medio tráfico en Estambul. Si aquí ya de por sí es horrible moverse imaginaos el infierno en la tierra que fue aquel día. Así que dije: ¡Ah no! El año que viene voy con tiempo y me dedico yo también a dar un poco por saquito, JI.

Por lo que este año desde septiembre estuve ojo avizor dándole a F5 constantemente en la página de la Maratón Dramatización. Este año se celebraba la edición número 36 de la carrera, que es famosa porque cruza el puente del Bósforo que une los continentes de Asia y Europa (No he ido a buscarlo en la Wikipedia pero me juego el cuello a que debe ser la única maratón que tiene lugar en dos continentes distintos).

Hasta finales de septiembre te podías apuntar a la Maratón como tal (42,195 Km), a la carrera de 15 Km y a la de 10 Km, pagando un precio en función de cuál eligieras. La verdad es que me moría de ganas de probar la de 10 Km, una que YA TIENE EXPERIENCIA (Cof cof, 1…), pero llevo unos meses modo rata de alcantarilla así que como había una cuarta opción gratuita, Halk yürüyüşü o lo que es lo mismo, una caminata de 8 Km para todos los públicos, a esa me apunté.

La fecha de inscripción comenzaba a principios de noviembre en ciertos puntos de la ciudad habilitados para ello. Yo me topé de casualidad con el que había en frente del Ayuntamiento de Estambul y por eso me apunté. Con su dorsal y todo que había que enganchar con imperdibles :)




Finalmente llegó el 16 de Noviembre, me levanté a una hora insultantemente temprana para ser domingo y me puse rumbo a la carrera. Pero... ¿Qué pasó? Pues que cogí el autobús felizmente de camino a Taksim y... Tráfico cortado. El problema básicamente es que para llegar a cualquiera de los puntos desde los que salían los autobuses gratis al comienzo de la carrera estaban en tramos de tráfico cortado... Vamos, jugarreta alaturka de libro.

Menos mal que desde Sultanahmet salían autobuses “para extranjeros” y era el lugar que tenía más cerca para ir andando. En el camino hice una nueva amistad (Siempre igual xD) y nos encaminamos hacia allí. Y... ¡Sorpresa! Lo que menos había era extranjeros pero sí una cola de tres pares de narices y autobuses de la IETT (Empresa de transportes públicos de Estambul) que salían con cuenta gotas. Con todo, logramos subirnos a uno y encima ir sentadas (Por primera vez en la vidaaaa).


Aquí, en Walking Dead

Llegamos y vimos la salida de la Maratón y de la carrera de 15 KM. Nuestra salida era como un kilómetro más atrás pero... ERA INHUMANA LA MAREA DE GENTE QUE HABÍA.




La verdad es que me sorprendió porque mi impresión en general es que la gente aquí se mueve poco, o al menos no es moda como se ha convertido en otros países. Con decir que yo empecé a andar en la tercera salida del Halk Yürüyüşü y al menos quedaba una más detrás de mí... 

Esta era la primera
Pero claro, esto no era una carrera, esto era una pachanga de paseillo: bandas de música (De Media Markt) tocando marchas, organizaciones de apoyo a enfermedades, médicos del mundo, gente desayunando en el puente y jugando a tabla y al ajedrez, el hincha solitario de Trabzonspor con una bandera como una catedral, el hijo de Erdoğan camuflado entre el pueblo llano... TAL CUAL... Repito, ALATURKA de Enciclopedia.






La verdad es que estuvo muy bien como cosa de no tomarse en serio. Si quieres correr de verdad es mejor apuntarse al menos a la carrera de 10 KM. El paso por el puente fue algo muy curioso y que vale la pena hacer con una marea-zombie de gente, pero en ese tramo hacía un frío inhumano. Al final, después de las tropecientas fotos y parones, tuvimos que terminarlo trotando para entrar un poco en calor... Y encima con lluvia, ¡Cómo no!



Al final de la caminata nos estamparon en el dorsal un sello de “Carrera terminada” con el que podemos ir a recoger una medallita, camiseta y certificado hasta el 30 de noviembre en puntos habilitados para ello. Así que actualizaré la entrada cuando tenga mis preciados recuerdos :) 




Y al año que viene... ¡Qué me espere la de 10 km! ¡O la de 15!

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